Visas para Extranjeros y el Principio de Reciprocidad
Cuando se toman decisiones políticas en base a mitos y temores infundados
Cuando legislas la realidad en base a mitos, creencias religiosas o cuentos de hadas, obtienes como resultado al Perú
Todos sabemos que el Perú se vende al exterior como un atractivo turístico arqueológico y gastronómico, es decir, nosotros nos "marketeamos" como un gigantesco museo (no sé ustedes, pero yo cuando visito un museo no lo visito una segunda vez, por más gratuita que sea la entrada) y un gigantesco restaurante en donde para probar un plato primero hay que pagar un pasaje de avión, la cual puede ser probado también en cualquiera de los cientos de restaurantes peruanos ubicados alrededor del mundo. Si a esta oferta turística se le suman temores que reflejan, en mi opinión, más un complejo de inferioridad que un intento de hacer lo que es mejor económicamente para el país, el Perú ha elaborado una serie de medidas que pretenden incentivar el turismo pero que hasta el momento están resultando ser equivocados: la exención de visado a países que nos lo imponen , y la exención del IGV a los turistas. En esta columna hablare solo del primero. La política de visados se basa en el siguiente mito o temor:
Si les ponemos visas o si les cobramos a los turistas para venir, estos no lo harán. Si los turistas dejan de venir, la industria turística sufrirá.
Vamos a comparar primero a nuestro país con las potencias turísticas más grandes de la región. El Perú obtuvo un total de 2,845,623 visitantes el 2012, mientras que los más grandes destinos turísticos en la región, Argentina y Brasil, obtuvieron un total de 7,247,040 (Fuente: Ministerio de Turismo de Argentina) y 5,676,843 (Fuente: Ministerio de Turismo de Brasil) respectivamente.En estos tres casos, Estados Unidos ocupa el segundo o tercer puesto dentro de los países que más visitan. Sin embargo, existe una particularidad en este escenario, de estos tres países solo Perú exonera de visado y/o pagos a los estadounidenses para ingresar al país, mientras que los otros dos exigen una tasa de reciprocidad (Argentina) o un visado (Brasil) cuyo costo es igual al monto que exige Estados Unidos para la emisión de visas para los ciudadanos de esos países, es decir, US$160.00. Todo esto lo hacen en base al principio de reciprocidad del derecho internacional, que dice básicamente que, ante la carencia de acuerdos sobre los aspectos que gobiernan las relaciones entre dos o más países, estas se podrán llevar de una forma simétrica entre las partes. Es decir, yo te hago lo mismo que tu me haces a mi y viceversa.En el caso de Argentina, se comenzó a aplicar el principio de reciprocidad para Estados Unidos y Canadá en Diciembre del 2009 a través del pago de una tasa al momento de ingresar al país. Si existiera una relación entre la imposición de visa o pago de tasas a los estadounidenses/canadienses y la disminución del flujo turístico de estos, en el caso de Argentina se hubiera dado a conocer, sin embargo esto no se dio según se muestra a continuación:
FUENTE: MINISTERIO DE TURISMO DE ARGENTINA
Por el contrario, hubo un aumento del 3% en el flujo turístico proveniente de estos países. En el caso de Brasil no he podido encontrar hasta el momento datos estadísticos, ya que la política de reciprocidad se comenzó a aplicar allí por el año 2001, y datos de ese año no están disponibles por internet. Podemos deducir a partir de la experiencia Argentina que la política de reciprocidad a través del pago de una tasa, ha tenido ya sea un efecto positivo o nulo en el flujo turístico. Debido a lo absurdo de la primera suposición, podemos concluir que el efecto ha sido nulo. Ahora cabe la pregunta, ¿cuánto está dejando de ganar el Perú si no se aplica el principio de reciprocidad para los turistas? En el cuadro que viene a continuación se contestará esta pregunta
Dinero que el Perú dejó de ganar el 2012 por no aplicar el principio de reciprocidad
En este cuadro se han incluido casi todos los países que imponen visa a los peruanos. Para el calculo se han usado los mismos costos que imponen las representaciones diplomáticas de esos países a los peruanos para obtener una visa. En el caso de algunos países europeos se ha usado un promedio en base a los costos impuestos por Italia, Francia, Holanda y Suiza. Como podemos apreciar, si en el 2012 el Perú hubiera pedido una visa o el pago de una tasa de ingreso por reciprocidad al país por un costo o monto igual al impuesto por dichos países a los peruanos, se hubiera podido recaudar al menos US$ 119,861.44.
SIENDO REALISTAS
Pisando tierra, como producto turístico, nuestro país no es un destino recurrente. Es decir, aquella persona que viene para ver a Machu Picchu y las líneas de Nazca o a comerse un tacacho con cecina, no volverá a regresar al Perú por estas mismas razones. Caso contrario a lo que sucede con Brasil por ejemplo, cuyo producto es playa, carnaval y diversión, por lo que se le podría considerar a la discoteca de moda donde uno va a divertirse todos los fines de semana, en comparación con el museo que visitas una sola vez en tu vida. Aquellos turistas que realmente vienen a Perú a ver su líneas de Nazca y comerse su ají de gallina pagan cientos sino miles de dólares para hacerlo, cien o doscientos dólares más no evitarán que lo hagan ni será ningún obstáculo para ellos. Después de todo, si pagan US$160 para irse a la discoteca Brasil a cada rato (tomando como ejemplo a los estadounidenses), ¿por qué no habrían de pagar US$160 para ir al museo y comerse su carapulcra?
Por otro lado, y siguiendo con el ejemplo de los estadounidenses, US$160.00 para nosotros los peruanos es mucho dinero, pero para ellos no lo es tanto y es fácil incluirlo dentro de sus gastos de viaje. Después de todo, para los estadounidenses viajeros, esto es lo que le cuesta tres almuerzos en un restaurante promedio en su vecindario, o una cena escueta para uno en un restaurante caro.
Los más práctico para implantar el principio de reciprocidad es el pago de tasas al momento de ingresar al país, algo que no solo se pone en práctica en Argentina, sino también en Chile, ya que implica menos inversión en su implementación y menor costo para su funcionamiento.
En una columna a parte tocaré el tema de la exención del IGV a los turistas.